«He llegado a la mitad del tratamiento quimioterapeutico previo a la cirugía del sarcoma. De hecho hace tiempo que no escribo. Claro, hasta ahora todo va bien y para qué escribir, si con vivir basta. Pero empieza a no ir tan bien. No se si es un tema de efectos secundarios que probablemente también pues llevo la segunda infección bacteriana de garganta con urgencias y administración intravenosa de antibioticos. Eso si, previa analítica donde en principio parece que aguanto pero aguanto menos. Pero estoy en casa, con antibiotico oral e ibuprofeno para calmar molestias de placas. La cuestión es que hace tres días que salí a correr y me sentí un superheroe. Hoy me duele el cuerpo, estoy un poco fatigado y me siento triste. La quimio le esta sacudiendo al tumor, parece que funciona pero me siento triste. Tengo la sensación de que la épica, la motivacion épica que me sustentaba hasta ahora, desde el optimismo y la responsabilidad autonomía y personal de la enfermedad, empieza a perder fuelle. Cada analítica, cada medición de tension, cada observación de frecuencia cardíaca vuelve a ser un examen sobre mi. Sobre mi capacidad, sobre mi estabilidad, sobre mi futuro. De repente tengo la sensacion de que vuelvo a pensar desde los orígenes, como hace dos meses, cuando decidí que lo daba todo para salir de esto. Ahora me veo intentando volver a descubrir cual es mi fuerza y no tiene tanto empuje como entonces. Por eso planteo que la épica tiene caducidad como factor motivador. Me estremece pensar en cómo el Cholo Simeone es capaz de hablar a jugadores de fútbol de “partido a partido”, y mantener la potencia motivadora durante una temporada. Probablemente no estemos hablando de las mismas cosas. Yo me juego otras en esta temporada. Joder, todo lo que me toque es un premio, pero no quiero palmar!.»